La generación de conocimiento ya no se produce en un único lugar. La irrupción y explotación de las tecnologías de la información y la comunicación ha permitido que la comunicación entre los diferentes agentes sea mucho más sencilla y eficiente. La digitalización del conocimiento y la entrada de Internet en todos los aspectos de nuestras vidas han modificado el escenario en que se desarrollan los agentes del conocimiento, tanto públicos como privados. En particular, desaparecen o se reducen las barreras a la comunicación y cooperación y se hace efectiva la colaboración externa, más allá de los límites corporativos. Por lo tanto, la necesidad de relacionarse con otros organismos, intercambiar, obtener conocimiento adicional, o completar el conocimiento existente, son aspectos clave para incrementar la competitividad de toda organización y del mundo académico. La colaboración entre la Universidad y la Empresa representa uno de esos ejes de colaboración del nuevo modelo productivo. Sin embargo, no es el único: la colaboración inter-empresarial representa también una de las claves para alcanzar más competitividad.

Este hecho queda reflejado en el estudio de investigación realizado. Empezando por el análisis previo a las empresas y a los grupos de investigación que colaboran de forma más activa con dichas empresas, más del 90% de los encuestados recomiendan colaborar con las empresas o con la Universidad. Por lo tanto, ambos agentes consideran esencial cooperar, si bien no han encontrado todavía la fórmula adecuada o aquella que les dé mejores resultados. En las entrevistas realizadas, la colaboración se ha manifestado como un camino de no retorno, como la única vía para crear estrategias comunes, y para ser realmente excelentes en la investigación y en la explotación de los resultados. El modelo de Innovación Integral intenta alcanzar un equilibrio total entre las actividades de innovación e investigación.